Empresas e inversores con sede en el Grupo de los 7 (G-7)
países más ricos del mundo le robaron a África aproximadamente 6.000 millones
de dólares en un año por concepto de evasión fiscal, denunció este martes 2 un
nuevo informe de la organización humanitaria Oxfam.
Según el informe “El dinero habla: África en el G-7” esa
cifra equivale a tres veces más de lo que necesitan los sistemas sanitarios de
los países africanos afectados por el ébola, Sierra Leona, Liberia, Guinea y
Guinea Bissau.
En un informe anterior, Oxfam calculó en abril de este año
que se necesitan 1.700 millones de dólares para mejorar los sistemas de salud,
peligrosamente inadecuados, en esos países. La cifra se basa en el gasto de 86
dólares por habitante que recomienda la Organización Mundial de la Salud para
cubrir un paquete mínimo de servicios esenciales.
El nuevo informe de Oxfam se conoce cuando los líderes
políticos del G-7, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia,
Gran Bretaña, Italia y Japón, se preparan para reunirse con sus homólogos
africanos en la cumbre anual celebrada en Baviera, Alemania, los días 8 y 9 de
este mes.
La delegación africana estará representada por el primer
ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, y los respectivos presidentes de
Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, Nigeria, Muhammadu Buhari, y Senegal, Macky
Sall, quienes se sumarán a la sesión ampliada del 8 de este mes.
Oxfam solicitó a los países del G-7 que incluyan medidas
para una ambiciosa reforma fiscal en las discusiones acerca de cómo el grupo
puede apoyar el crecimiento económico y el desarrollo sostenible del continente
africano.
En Gran Bretaña, Oxfam integra una alianza de la sociedad
civil que solicitó al gobierno británico, de reciente elección, que presente un
proyecto de ley contra la evasión fiscal, lo cual dificultaría la evasión de
las empresas británicas en los países donde operen, una práctica que
actualmente les cuestan miles de millones de dólares por año a algunos de los
países más pobres del mundo.
Con este fin, la alianza, que además de Oxfam incluye a las
organizaciones ActionAid y Christian Aid, lleva a cabo una campaña por el
Proyecto de Ley de Evasión Fiscal.
Oxfam sostiene que una ley bien ideada contra la evasión
fiscal también evitaría que las grandes empresas dejen de pagar sus impuestos
en Gran Bretaña, y podría generar al fisco británico un mínimo de 5.400
millones de dólares por año, equivalente a 910 dólares por cada hogar que vive
por debajo del umbral de la pobreza en este país.
“Las empresas transnacionales, muchas de ellas con sede en
Gran Bretaña y otros países del G 7, están estafando a los países africanos por
miles de millones de dólares en ingresos fiscales vitales que podrían ayudar a
la población vulnerable a recibir asistencia sanitaria digna y a enviar a sus
hijos a la escuela”, aseguró Nick Brye, jefe de campañas de Oxfam en este país.
“Para financiar la lucha contra la pobreza y lidiar con el
agravamiento de la desigualdad extrema, necesitamos medidas para garantizar que
las grandes empresas paguen la parte que les corresponda, aquí y en las
naciones más pobres del mundo”, exhortó en Londres.
Oxfam también recordó que las medidas internacionales
existentes para hacer frente a la evasión fiscal de las empresas, tales como el
proceso de Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS, en
inglés), dirigido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico para el Grupo de las 20 mayores economías del mundo, dejan la
posibilidad de recurrir a lagunas legales para evitar el pago de impuestos.
La organización advierte que las empresas transnacionales
pueden aprovechar esas lagunas en sus operaciones en el Sur en desarrollo y que
muchos países africanos fueron excluidos de las negociaciones sobre la reforma
del BEPS y, por tanto, no se beneficiarán del mismo.
Oxfam también solicitó al ministro de Hacienda británico,
George Osbourne, que asista en julio a la Conferencia de Financiación para el
Desarrollo que se realizará en Etiopía, con la presencia de jefes de Estado y
ministros de Economía de todo el mundo.
La conferencia, que tratará sobre la forma en que la
comunidad internacional financiará el desarrollo en los próximos 20 años, es
una oportunidad para que los gobiernos colaboren en darle forma a un sistema
fiscal mundial más democrático y justo.
Según Oxfam, en 2010, el último año del que se dispone de
datos, las empresas y los inversores con sede en los países del G-7 evadieron
el pago de impuestos sobre 20.000 millones de dólares de ingresos mediante una
práctica conocida como facturación fraudulenta, por la cual una empresa fija
artificialmente los precios de los productos o servicios vendidos entre sus
filiales para evitar los impuestos.
Los impuestos empresariales en África tienen un promedio de
28 por ciento, lo que equivale a casi 6.000 millones de dólares perdidos.
Además, los países en desarrollo en su conjunto pierden unos 100.000 millones
de dólares al año a través de planes de evasión fiscal que implican a los
paraísos fiscales, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo.
“La reforma de las normas internacionales que rigen los
impuestos empresariales para que los gobiernos africanos pueden reclamar el
dinero que se les adeuda es vital para combatir la pobreza extrema y la
desigualdad y fomentar el crecimiento económico”, destacó Brye.
Artículo: Sean Buchanan
Fuente: Cubadebate
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