lunes, 10 de agosto de 2015

Venezuela: La carta de Jamaica y el Canal de Panamá


1 El Bolívar exiliado que en septiembre de 1815 redacta la Carta de Jamaica, consigna sobre la América Central un párrafo que no tiene desperdicio: “Los Estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizás una asociación.
Esta magnífica posición entre los dos grandes mares, podrá ser con el tiempo el emporio del universo. Sus canales acortarán las distancias del mundo: estrecharán los lazos comerciales de Europa, América y Asia; traerán a tan feliz región los tributos de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo allí podrá fijarse algún día la capital de la tierra! Como pretendió Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio”. Bolívar comprende mejor que nadie la enorme importancia geopolítica del istmo y de la unidad de los países adyacentes. Entre el puerto del Pacífico de la ciudad de Panamá y el embarcadero caribeño de Porto Bello pasaron los enormes cargamentos de plata y de oro que durante tres siglos financiaron la hegemonía de España. Ya para 1815 profetiza Bolívar los canales que por la misma ruta comunicarán los océanos.

2 Bolívar desembarca en Tierra Firme desde las Antillas, libera el Orinoco y la Guayana, y en febrero de 1819, en el Discurso ante el Congreso de Angostura, donde sugiere los lineamientos de la futura Constitución, remarca que “la reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un grande Estado ha sido el voto uniforme de los pueblos y gobiernos de estas Repúblicas”, y añade que “ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre esas dilatadas costas, entre esos océanos, que la naturaleza había separado, y que nuestra patria reúne con prolongados y anchurosos canales” (Correo del Orinoco, 19 de febrero al 13 de marzo de 1819).

3 Encontramos aquí desde ya una de las claves del pensamiento del Libertador: la unión entre los océanos Pacífico y Atlántico es de una importancia tal, que debe ser custodiada por un gran cuerpo político: una asociación de los Estados del Istmo, pero preferiblemente la poderosa unión entre la Nueva Granada y Venezuela, para proteger “el corazón del universo”, donde bien podría situarse la capital de la tierra. Pero no se queda Bolívar en la mera visión: poco después aparecen en el Correo del Orinoco numerosos artículos anónimos que examinan favorablemente la posibilidad del trazado del canal.

4 Posteriormente, mientras prepara la culminación de la independencia de Venezuela, el 16 de septiembre de 1821 desde Maracaibo contesta a Pedro Gual, que reclama su presencia en Cúcuta: “Parece que por todas partes se completa la emancipación de la América. Se asegura que Iturbide ha entrado en junio en Méjico. San Martín debe haber entrado, en el mismo tiempo, en Lima; por consiguiente, a mí es que me falta redondear a Colombia, antes que se haga la paz, para completar la emancipación del Nuevo Continente. Vea Ud, amigo, sin en estas circunstancias debo yo perder tiempo y dar lugar a que algún aficionado se apodere del vehículo del Universo…! ¿Cree Ud. Que haya cosa más importante que esta operación? ¿Qué otros enemigos tiene la república que los que yo busco?” (Lecuna, 1947 T.I.: 590). Hay que asegurar a Colombia, porque ésta a su vez tiene el vehículo del Universo, el istmo que separa y comunicará los océanos, y con relación al cual ya abriga planes de trazar un canal.

5 Así, la primera providencia del Libertador al planear la campaña del Sur es intentar asegurarse el paso por Panamá. El 12 de Febrero de 1822, J.G. Pérez escribe por orden suya desde Popayán al gobernador del Chocó que el Libertador “se ha servido prevenirme diga a Ud., que haga trazar el canal por la parte del Istmo que separa los dos ríos, (Atrato y San Juan, que) tiene sólo tres millas, en un terreno de cascajo y greda deleznable; que haga Ud. abrir picas y ponerlas corrientes hacia los demás puntos en donde puede también abrirse el canal o se hayan reputado fáciles para esta apertura: que encargue Ud. a Jamaica los instrumentos necesarios para esta operación, los que se pagarán por cuenta del gobierno, pues S.E. estará para el mes de octubre en el Chocó, y está resuelto a ejecutar la útil empresa de comunicar los dos mares; y espera, que, para cuando llegue, ya Ud. habrá hecho cuanto le previene arriba, y habrá tomado noticias ciertas, informes exactos, prolijos y circunstanciados, de cuanto es necesario para esta importante obra; consultando a los prácticos de los lugares” (O´Leary, 1981 T.XIX: 170).


6 Pero la preparación de la Campaña del Sur para liberar Quito, Perú y Bolivia, la falta de fondos del Fisco exhausto por las campañas bélicas y la inestabilidad política de los años inmediatos no le permiten continuar el proyecto. Éste será abandonado hasta fines de siglo, cuando fracasa en él Ferdinand de Lesseps, y finalmente el canal será abierto a comienzos del siglo XX bajo tutela de Estados Unidos, tras zarpazo imperial que arrebata a Colombia el Istmo y lo somete a virtual ocupación con bases e intervenciones norteñas. Oí decir a Gerónimo Pérez Rescaniére que Colombia era el país más rico de América Latina, porque tenía a Panamá; pero se secesionó Panamá, y no fueron ricas ni Panamá ni Colombia. Para pesar de todos los latinoamericanos dignos de tal nombre.

Artículo: Luis Britto García
Fuente: Ojo Pelao

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