1 El Bolívar exiliado que en septiembre de 1815 redacta la
Carta de Jamaica, consigna sobre la América Central un párrafo que no tiene
desperdicio: “Los Estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizás
una asociación.
Esta magnífica posición entre los dos grandes mares, podrá
ser con el tiempo el emporio del universo. Sus canales acortarán las distancias
del mundo: estrecharán los lazos comerciales de Europa, América y Asia; traerán
a tan feliz región los tributos de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo
allí podrá fijarse algún día la capital de la tierra! Como pretendió
Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio”. Bolívar comprende
mejor que nadie la enorme importancia geopolítica del istmo y de la unidad de
los países adyacentes. Entre el puerto del Pacífico de la ciudad de Panamá y el
embarcadero caribeño de Porto Bello pasaron los enormes cargamentos de plata y
de oro que durante tres siglos financiaron la hegemonía de España. Ya para 1815
profetiza Bolívar los canales que por la misma ruta comunicarán los océanos.
2 Bolívar desembarca en Tierra Firme desde las Antillas,
libera el Orinoco y la Guayana, y en febrero de 1819, en el Discurso ante el
Congreso de Angostura, donde sugiere los lineamientos de la futura
Constitución, remarca que “la reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un
grande Estado ha sido el voto uniforme de los pueblos y gobiernos de estas
Repúblicas”, y añade que “ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose
sobre esas dilatadas costas, entre esos océanos, que la naturaleza había
separado, y que nuestra patria reúne con prolongados y anchurosos canales”
(Correo del Orinoco, 19 de febrero al 13 de marzo de 1819).
3 Encontramos aquí desde ya una de las claves del pensamiento
del Libertador: la unión entre los océanos Pacífico y Atlántico es de una
importancia tal, que debe ser custodiada por un gran cuerpo político: una
asociación de los Estados del Istmo, pero preferiblemente la poderosa unión
entre la Nueva Granada y Venezuela, para proteger “el corazón del universo”,
donde bien podría situarse la capital de la tierra. Pero no se queda Bolívar en
la mera visión: poco después aparecen en el Correo del Orinoco numerosos
artículos anónimos que examinan favorablemente la posibilidad del trazado del
canal.
4 Posteriormente, mientras prepara la culminación de la
independencia de Venezuela, el 16 de septiembre de 1821 desde Maracaibo
contesta a Pedro Gual, que reclama su presencia en Cúcuta: “Parece que por
todas partes se completa la emancipación de la América. Se asegura que Iturbide
ha entrado en junio en Méjico. San Martín debe haber entrado, en el mismo
tiempo, en Lima; por consiguiente, a mí es que me falta redondear a Colombia,
antes que se haga la paz, para completar la emancipación del Nuevo Continente.
Vea Ud, amigo, sin en estas circunstancias debo yo perder tiempo y dar lugar a
que algún aficionado se apodere del vehículo del Universo…! ¿Cree Ud. Que haya
cosa más importante que esta operación? ¿Qué otros enemigos tiene la república
que los que yo busco?” (Lecuna, 1947 T.I.: 590). Hay que asegurar a Colombia,
porque ésta a su vez tiene el vehículo del Universo, el istmo que separa y
comunicará los océanos, y con relación al cual ya abriga planes de trazar un
canal.
5 Así, la primera providencia del Libertador al planear la
campaña del Sur es intentar asegurarse el paso por Panamá. El 12 de Febrero de
1822, J.G. Pérez escribe por orden suya desde Popayán al gobernador del Chocó
que el Libertador “se ha servido prevenirme diga a Ud., que haga trazar el
canal por la parte del Istmo que separa los dos ríos, (Atrato y San Juan, que)
tiene sólo tres millas, en un terreno de cascajo y greda deleznable; que haga
Ud. abrir picas y ponerlas corrientes hacia los demás puntos en donde puede
también abrirse el canal o se hayan reputado fáciles para esta apertura: que
encargue Ud. a Jamaica los instrumentos necesarios para esta operación, los que
se pagarán por cuenta del gobierno, pues S.E. estará para el mes de octubre en
el Chocó, y está resuelto a ejecutar la útil empresa de comunicar los dos
mares; y espera, que, para cuando llegue, ya Ud. habrá hecho cuanto le previene
arriba, y habrá tomado noticias ciertas, informes exactos, prolijos y circunstanciados,
de cuanto es necesario para esta importante obra; consultando a los prácticos
de los lugares” (O´Leary, 1981 T.XIX: 170).
6 Pero la preparación de la Campaña del Sur para liberar
Quito, Perú y Bolivia, la falta de fondos del Fisco exhausto por las campañas
bélicas y la inestabilidad política de los años inmediatos no le permiten
continuar el proyecto. Éste será abandonado hasta fines de siglo, cuando
fracasa en él Ferdinand de Lesseps, y finalmente el canal será abierto a
comienzos del siglo XX bajo tutela de Estados Unidos, tras zarpazo imperial que
arrebata a Colombia el Istmo y lo somete a virtual ocupación con bases e intervenciones
norteñas. Oí decir a Gerónimo Pérez Rescaniére que Colombia era el país más
rico de América Latina, porque tenía a Panamá; pero se secesionó Panamá, y no
fueron ricas ni Panamá ni Colombia. Para pesar de todos los latinoamericanos
dignos de tal nombre.
Artículo: Luis Britto García
Fuente: Ojo Pelao
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