Hace 137 años, el 5 de marzo de 1870, nació en Polonia la
líder izquierdista Rosa Luxemburgo, mujer que a la postre inmortalizaría la
frase: Socialismo o barbarie.
Rosa Luxemburgo, una de las figuras más destacadas del
movimiento socialista europeo en el siglo XX, vivió una existencia fascinante y
perdura hasta hoy como una de las más importantes mujeres de pensamiento y obra
socialista en la historia contemporánea.
Considerada por los entendidos como unas de las pocas
líderes izquierdistas europeas que trascendió a su muerte, Luxemburgo defendió
la libertad y su militancia la llevó a intervenir en 1905 en la Revolución
Polaca y a oponerse a la Primera Guerra Mundial.
Originaria de Zamocs, nació en 1871 en el seno de una
familia burguesa y judía. Obtuvo la nacionalidad alemana y fue, para su tiempo,
una mujer transgresora.
Se casó, se divorció y vivió sola. Estudió matemáticas,
ciencias naturales, ciencias políticas, literatura, botánica, geología y se
doctoró en economía política.
Importante estudiosa del marxismo, Luxemburgo fue profesora
universitaria y participó activamente en la política de la conformación del
Partido Social Demócrata Alemán.
Las páginas de La Igualdad, un periódico constituido
totalmente por mujeres, fue el medio en que Rosa Luxemburgo expuso y argumentó
su postura contra la Primera Guerra Mundial, lo cual le costó la expulsión de
Alemania.
El profesor de la Escuela Superior de Economía de México,
José Carlos García Cosco, relata en su texto Luxemburgo: una rosa olvidada, que
mientras sus contemporáneos caían en el optimismo a raíz de la Revolución Rusa,
Luxemburgo logró ver un mundo en estancamiento económico y en crisis. García
Cosco plantea que Rosa fue muy criticada por su catastrofismo revolucionario.
Luxemburgo pregonó: «El día en que la clase obrera comprenda
y decida no tolerar más guerras, la guerra será imposible; el punto vulnerable
de la causa revolucionaria en este momento es la no madurez política de la gran
masa de soldados que todavía permite a sus oficiales que les manden contra sus
propios hermanos de clase».
Son numerosos sus aportes al debate socialista, sus
posiciones sobre la huelga de masas, su afirmación de la capacidad creativa y
espontaneidad de la clase obrera, la crítica al leninismo organizativo, su
polémica oposición al derecho de autodeterminación en el capitalismo, sus
trabajos sobre la acumulación de capital y la defensa del internacionalismo
obrero, entre otros.
Luxemburgo fue fundadora y dirigente de La Liga Espartaco,
la cual dio lugar a la conformación del Partido Comunista Alemán creado el 1 de
enero de 1919 y en cuyo congreso de fundación esta líder socialista
pronunciaría su último discurso.
Fue asesinada a los 49 años de edad por una guardia
comandada por el capitán Pabst. Tras sacarla del hotel donde se hospedaba, le
partieron el cráneo a culatazos y la subieron a un auto donde le dieron el tiro
de gracia para después arrojar su cuerpo a un canal donde permaneció por 15
días.
Luxemburgo planteó: «La libertad sólo para los que apoyan al
Gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que éste sea) no
es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para
el que piensa de manera diferente».
En otra ocasión dijo: «En el lodo de la sociedad capitalista
no puede crecer ninguna hierba medicinal que ayude a curar la anarquía
capitalista».
Fuente: RNV/Aporrea
http://www.rnv.gov.v
http://www.aporrea.org
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