Expresa que
Chávez es un hombre que tenía una gran habilidad discursiva y una gran
capacidad de decisión política
La muerte de
Chávez le parece a Ricardo Piglia un acontecimiento trágico. “Chávez es un
hombre que tenía una gran capacidad discursiva y una gran capacidad de decisión
política. Me parece que su muerte produce una cuestión que en Argentina ya la
hemos visto”, señaló.
Piglia dijo
esperar que en América Latina puedan fortalecerse instituciones, como los
partidos políticos, no para sustituir a un líder, sino para “hacer aquello que
hacía una sola persona o que una sola persona encarnaba”.
Definió a la
mandataria argentina Cristina Kirchner como “una figura que concentra un
espectro político amplísimo, pero si ella no puede ser reelecta no se sabe muy
bien a quién poner en su lugar; esto quiere decir que no hay una institución
que sea capaz de sustituirla”.
-¿Usted diría que
es insustituible?
-Es muy difícil
lograr una persona que tenga la capacidad que tiene ella para resolver las
contradicciones que se producen en su propio campo. El problema no es cómo enfrentan
al bloque opositor, sino como resuelven las contradicciones. El único que
parecía capaz de resolverlas era el líder.
Piglia expresa
sus opiniones que son, en realidad, preocupaciones. “Esas son las situaciones
de este tipo de democracia, democracia muy renovada respecto a lo que son los
modelos clásicos y tradicionales. Son democracias con mucha participación de
las masas”, describió.
“Los escritores
de mi generación hubiéramos soñado con que América Latina hubiera encontrado
una forma democrática de resolver esas demandas que nosotros postulábamos en
pequeños grupos”, añade.
-¿Esto que
vivimos se parece a lo que soñaron?
-¡Claro! ¿Qué
pensábamos? Que las clases populares debían tener representación política,
tener igualdad de los derechos sociales; pensábamos que los grandes monopolios
informativos y discutíamos el modo como el periodismo modificaba y tergiversaba
la realidad. Luchábamos también por los derechos de la mujer, por los derechos
de los homosexuales. De modo que todos esos pequeños grupos que se planteaban
esas cuestiones, como la relación con Estados Unidos y los medios de
comunicación, la igualdad social y la igualdad sexual, se encuentran hoy con
que esas políticas son política de Estado. ¿Cómo no va a ver eso uno con
entusiasmo?
-¿Hay una deuda
de la izquierda con la diversidad sexual?
-Los que decimos
que somos de izquierda también tenemos que ver cómo vivimos y cómo somos como
individuos. Mucha gente de izquierda tiene en su vida privada posiciones que no
sé si llamar de derecha o autoritarias, y no tienen buenas relaciones con sus
hijos, con su pareja ni la propiedad. El problema no es sencillo.
Artículo: Vanessa Davies
Foto: Héctor Rattia
Fuente: Correo del Orinoco
No hay comentarios:
Publicar un comentario