Desde octubre de 2011 en que Cristina Fernández ejerce su
segundo mandato como presidenta no ha concedido una sola conferencia de prensa.
En mayo de 2012, cuando los periodistas que cubren la agenda presidencial se
quejaron de que no podían plantearle preguntas, Fernández les dijo: "Para
información oficial están mis discursos. Yo no voy a hablar contra mí
misma". Lo que viene a continuación son declaraciones suyas extraídas tras
cotejar cientos de discursos a lo largo de sus últimos años como presidenta.
Hay algo que no puede reflejar este resumen de citas
personales y es el el temblor de su voz o el brillo de sus ojos cada vez que la
presidenta hace alguna alusión a su marido, Néstor Kirchner. Más de dos años
después de su fallecimiento, a Fernández se le siguen humedeciendo los ojos
cuando lo nombra.
Soy nieta de españoles. Yo dije desde el primer día que no
iba a responder a ningún agravio con agravio porque la verdad que los Jefes de
Estado debemos preservar por sobre todas las cosas las relaciones entre los
países, con todos los países del mundo, pero sobre todo con aquellos que
tenemos una gran consubstanciación. Por los menos esta presidenta –nieta de
españoles, pero además peronista – y me acuerdo del viaje de Evita llevando
comida a España, aquella España quebrada, después de la Guerra Civil, generosa.
Si yo soy dura, ustedes no saben lo que es mi madre. Yo soy
de La Plata - como ustedes saben- pegado a Berisso, a Ensenada, donde estaban
los grandes frigoríficos Armour y Swift, y donde trabajaba mi abuelo. Mi abuelo
se jubiló en la Aduana (…) Mi abuelo murió hace muchísimos años, pero
rescataban los viejos legajos y se los mandaban a la familia. Cuando se lo di a
mi madre, y mi madre que es una dura, pero dura de aquellas - si yo soy dura,
ustedes no saben lo que es mi madre - se puso a llorar. Hacía mucho tiempo que
no la veía llorar y se puso a llorar, pues yo me acordaba de mi abuelo, que
empezó trabajando en los frigoríficos. Él trabajaba en los frigoríficos, en
Berisso, así que me une a los trabajadores de la carne un recuerdo también
entrañable de mi abuelo, que fue mi segundo padre y a quien quise mucho.
Yo era muy discutidora. Por ósmosis no entra nada en la
cabeza, hay que leer, aprender y hacerles caso a los maestros. Discutirles
también, si quieren. Yo era muy discutidora con los docentes.
No entendía las matemáticas. Debo confesarle también – a
fuerza de ser sincera – que en el colegio no me gustaba porque no la entendía,
porque me la enseñaban horrible, no sé porqué.
Tengo mucha retentiva visual. Yo tengo mucha retentiva
visual. Recuerdo que en la facultad por ahí cuando estaba estudiando, me ha
pasado que me acordaba hasta en qué página estaba, de qué lado y no me acordaba
lo que decía. Esas cosas, no sé si les pasa, pero tenía mucha memoria visual.
Me encanta la historia. A mí me encanta la historia. Pero mi
hija me decía cuando estudiaba: ‘¿para qué quiero saber lo que pasó hace 20
años, 30 años, 2 siglos?’. ‘Nena, porque si no sabés lo que pasó hace 20 años,
30 siglos, no sabés ni entendés lo que está pasando ahora y difícilmente puedas
resolver lo que va a pasar mañana.
Las emociones. Yo sentía cuando alguien criticaba la
emoción… No se puede criticar la emoción, si eso es lo que nos convierte en
humanos. (Aplausos). ¿Cómo se puede criticar la emoción? Dios mío, Dios nos
libre de gobernantes que no sean capaces de tener emociones y sentir emociones.
¡Por Dios!
El destino de los números. Discurso con motivo de la
promulgación de la ley de hidrocarburos, tras la expropiación del 51% de las
acciones a Repsol: “Y los plazos – parece que la historia es de los 4 - porque
un 4 de marzo recibí el e-mail; un 4 de abril conocí a Miguel [Galuccio, actual
presidente de YPF]; hoy es 4 de mayo… [era 5 de mayo de 2012, pero…] Porque,
bueno, la ley se aprobó en la madrugada de ayer, y el 4 de junio da
exactamente, a partir del lunes, contados todos los días, tal cual marca el
estatuto, el 4 de junio da exactamente el día en que la asamblea se debe reunir
para conformar el directorio. Y además 4 por 4 es 16, que es el día que yo
presenté acá. Bueno, evidentemente tenía que ser un 4”.
Soy muy competitiva. Yo soy muy competitiva, compito contra
mí misma, era como Kirchner. Él era peor. Él era infinitamente más competitivo
que yo. Creo que caminábamos juntos haciendo footing y él tenía que ir dos
pasos adelante, aunque fuera reventándose, pero dos pasos adelante. En todo se
tenía que medir. Cuando él no tenía a nadie a quien ganarle, se quería ganar a
sí mismo. Y yo tengo también algo de eso, no tanto como él, porque también es
muy malo, muchas veces hace daño querer superarse tanto y esforzarse tanto.
Cáncer de Hugo Chávez. El día –quiero contarlo- que Hugo le
dijo al mundo desde Cuba lo que le estaba pasando, estábamos con mi hija las
dos juntas en la cama grande, escuchamos y las dos nos pusimos a llorar.
El mejor poeta vivo. Para mí, y sin caer en ningún
chovinismo, [Juan Gelmán] es el mejor poeta de habla hispana vivo que tenemos
(…); es un hombre comprometido con las letras y con la vida fundamentalmente.
Mi padre, colectivero. Yo he viajado en colectivo, he
viajado en subte, he viajado más en tren porque los platenses viajábamos más en
tren cuando veníamos a Buenos Aires y adentro de la ciudad en colectivo. Mi
padre fue colectivero así que sé perfectamente de qué se trata viajar en
transporte público. Tal vez algunos otros que han tenido más suerte en la vida
y han tenido una familia más adinerada nunca han hecho uso del transporte
público, pero yo he hecho uso del transporte público y puedo decir que
realmente muchas veces no se viaja del todo adecuadamente. (marzo de 2012)
Él y yo. A Néstor nunca le tocó nada fácil, nada; ni yo, que
también era bastante difícil. Así que el pobre tiene su cielo ganado por muchas
cosas. (…) Era un hombre que lo fácil lo aburría, por eso creo que me eligió a
mí de mujer, y toda tarea que le demandara esfuerzos, desafíos a sí mismo… Creo
que él se desafiaba a sí mismo, a veces lo hacía tan intensamente que poco a
poco fueron pasando cosas.
Algunos creen por ahí que cuando me pegan me desmoralizan.
No saben, pero cuánto más me pegan...y él era igual. Era como que cuando le
pegan o lo castigaban, él mismo se desafiaba a sí mismo. Yo creo que a veces
demasiado.
Es mentira cuando dicen que el tiempo te hace olvidar, es
mentira. Cada vez uno se acuerda más, cada vez se siente más ausencia.
Él también era un volcán en erupción. La verdad que no se me
había ocurrido nunca la metáfora. La pienso ahora.
Yo creo que de algún lado nos está viendo, pero me gustaría
que me estuviera mirando como hacía siempre, ahora, porque él siempre soñó con
recuperar YPF para el país, siempre, siempre.
Es la única persona a la que [yo] miraba constantemente
cuando [yo] hablaba. Yo, después, tenía que andar codeándolo porque siempre que
hablaba otro andaba mirando para un lado, o hablando, o haciendo cosas.
Febrero, un mes difícil. Tengo que ir a Gallegos porque
mañana es el cumpleaños de mi hijo Máximo, cumple 35 años, así que hoy a la
noche parto para Río Gallegos para estar junto a él y a mi hija. Febrero para
mí es un mes un poco difícil, es mi cumpleaños, es el de mi hijo, es el de él
[Néstor Kirchner]; así que estamos haciendo el aguante con todo y vamos a
seguir adelante.
Mi lugar en el mundo. Me iba a ir a pasar esa semanita
descansando en Calafate, que es mi lugar en el mundo (…). Yo vine por primera
vez a El Calafate en 1982, todavía estaba la dictadura. Vine a afiliar, ese fue
mi primer acto cuando vine a El Calafate. Se había levantado la veda política
después de Malvinas y vinimos a afiliar. Ahí conocí El Calafate, en el 82. Es
imposible describir lo que era El Calafate en ese momento o inclusive en el año
1991, cuando Néstor asumió como gobernador. Me acuerdo que había una casita,
que era la casita que está ahí enfrente de la plaza, de una vieja pobladora,
donde veníamos a tomar el té, era el único lugar donde se podía tomar un té o
chocolate con cosas ricas. Y miren lo que tenemos hoy, una de las villas
turísticas más hermosas del país con 7.800 camas.
Yo soy del Sur, pero mi corazoncito y mi origen también
están un poquito ahí en la Ciudad de La Plata, donde vive mi madre.
Mi canción. Anoche estábamos trabajando en Olivos con varios
funcionarios y cuando nos dijeron: ‘murió el Flaco Spinetta’, lo primero que se
me vino a la cabeza fue la tapa [portada] del disco –miren qué linda que soy-
de Almendra, que era un arlequín con la...que es la que salió hoy en Página 12,
que casi me pongo a llorar cuando la veo hoy a la mañana, porque les dije a los
que estaban trabajando conmigo que me acordaba de ese vinilo con la tapa de
Almendra, con el arlequín con la lágrima. Me hicieron recordar de la lágrima,
(…) Hasta los colores me acordaba y sé que la canción ícono era Muchacha ojos
de papel, que nos hizo soñar y ser románticas y románticos a todos cuando
éramos muy jóvenes y que todavía te hace soñar. Pero yo me acordaba de otra que
no es menos conocida y que es Fermín y que está en la long play. Sí le decíamos
el long play. La verdad… ¿Para qué voy a andar disimulando?. Aparte, el Flaco
tenía la misma edad de mi Flaco [Néstor Kirchner], del 50, ¿no? Sí, era del 50,
igual que mi Flaco. (…) A mí El loco Fermín, a mí me hace llorar cada vez que
lo escuchaba. Ustedes no sé si lo habrán escuchado, El loco Fermín, que está en
el hospicio. ¿Lo escuchaban? A mí me encantaba. Todo el mundo escuchaba
Muchacha ojos de papel, pero yo creo que debo tener alguna media cosa extraña.
Bueno, a mí me gustaba Fermín porque me hacía llorar, me daba... Y me lo
imaginaba en el hospicio dando vueltas con sus manos, como dice la canción,
queriendo ser feliz.
Se lo digo a mis hijos. Yo siempre se lo digo a mis hijos
también, ¿no? Cuando eran chiquitos… Eso, cuando estábamos en Río Gallegos,
inclusive: ‘Mirá –digo yo-, cuando seas grande, vas a pasar por acá y vas a
decir este hospital –a tus hijos- lo hizo mi papá, tu abuelo, esto lo hizo tal
cosa.
Mi enfermedad. (…) Y entró el doctor Saco seguido por el
doctor Buonomo con unas caras y yo digo "¿qué pasó?". Me dice:
"No, no, no, tranquilícese" y me dio el resultado. Me dijo
"siéntese". Yo me senté al lado de unas fotos que me habían regalado
en la clínica, muy lindas; que eran fotos, una mía con Néstor… Esas fotos
típicas mías y de él donde nos estamos mirando, muy lindas… No sé de dónde la
sacaron. Lindo él, lindo el portarretratos. Y otra con mis hijos. Y estaba
sentado al lado cuando el médico me dijo que, bueno, que no habían encontrado
células cancerígenas en los nódulos, que me habían encontrado un tercer nódulo
que no había aparecido, inclusive en la tomografía ni tampoco en la otra. Y ese
fue el único momento que me puse a llorar. En ningún otro momento creo que me
puse a llorar. Me abracé un poco a la foto de Néstor, bueno, y la verdad que
fue un momento de mucha emoción. Yo no lo definiría alegría, no sé, fue un
momento muy... Hay que vivirlo, es intransferible”.
El cine. Yo, ustedes saben, soy una cinéfila terrible,
extrema. (…) Con Paula cautiva, por ejemplo, que es una de mis [películas]
preferidas. Cuando digo Paula cautiva todo el mundo me mira y me dice, ¿de qué
está hablando esta mujer? Pero, no importa, las viejas que vimos la película…
Es una muy buena película que refleja un momento político de la vida del país y
también la decadencia de un sector social.
En otra vida debo haber sido una gran arquitecta egipcia.
Estamos preparando en otra parte de la Casa Rosada, con esta vocación de
arquitecta egipcia que tengo… (Yo digo que en otra vida debo de haber sido una
gran arquitecta egipcia, porque me encanta), donde hay una escalera del primer
piso que falta arreglar y que la estamos arreglando, les comento que estamos
haciendo la Galería de los Grandes Ídolos Populares.
Me fascina la imagen. La imagen es algo que a mí me fascina
y no es una cuestión de frivolidad. Si uno se remonta a la época del nacimiento
de nuestra cultura de país grecorromana, la imagen y la estética formaban parte
muy fuerte de la cultura y las imágenes que creo que son muy fuertes y pueden
expresar más que mil palabras o mil discursos y la verdad que tenemos unos
artistas muy talentosos y tenemos que seguir apoyándolos.
Me río mucho de mí misma. ¿Saben lo saludable que es reírse
de uno mismo? Porque cada uno tenemos cosas que hacemos y nos reímos. Yo me río
mucho de mí misma, y la verdad que me hace muy bien. Primero, porque me permite
no creérmela, algo muy difícil cuando uno ocupa lugares muy importantes, ocupa
lugares de mucha visibilidad mediática y sobre todo cuando le baten el parche,
y lo acarician así desde los medios de comunicación. Como a mí siempre me están
pegando, la verdad que no me la creo, no me permiten que me la crea. De tanto
bollos y golpes que te dan estás siempre en guardia, así que es imposible que
me la crea. Cómo me la voy a creer con todas las cosas que todos los días me
dicen desde algunos medios. Así que ellos son los que más me fortalecen porque
me ayudan cada vez a ser mejor, a ser más humilde y a tratar de equivocarme menos
para que me puedan pegar. Pero igual, siempre van a encontrar motivos para
hacerlo y es bueno que así suceda.
Artículo: Francisco Peregil
Fuente: El país