martes, 30 de abril de 2013

Venezuela: El componente cristiano del Socialismo del Siglo XXI




La permanente apelación que hace Chávez de pasajes bíblicos y de la figura de Jesús como ejemplo de vida, han permitido una rápida asimilación por parte de un pueblo mayoritariamente cristiano, sea católico o evangélico, que tiene estos valores profundamente enraizados y, en muchos casos, frescas las lecciones de esas lecturas.

Hay un salto de la sencilla fe personal-familiar a la liberadora fe-praxis revolucionaria. Los valores asociados a la enseñanza cristiana son el soporte de una ética colectiva de aceptación general e influencia determinante en la conducta social.

El padre jesuita Juan José Madariaga nos hablaba de la radicalidad evangélica, para señalarnos que la lección más cristiana de toda la vida de Jesús, es la solidaridad; que ese último Mandamiento de amarnos los unos a los otros, junto al llamado agónico de construir su “Reino” en “otro Mundo”, es la instrucción más expedita de que la tarea histórica de la grey cristiana es la creación de una nueva sociedad caracterizada por la igualdad, la justicia y el amor.

El Cantor del Pueblo Alí Primera fue uno de los primeros en tomar en cuenta esa realidad concreta de nuestra conformación psicosocial, plasmando en sus mensajes musicales y político-organizativos la conjunción de lo cristiano y lo socialista en una sola militancia. No Basta Rezar, Hay que aligerar la carga o Flora y Ceferino, tienen un claro mensaje cristiano asociado a la invocación de un Dios justiciero que exige la terminación del sufrimiento por las injusticias, a la vez que cuestiona el uso de la “religión” para detener los “deseos libertarios” del pueblo, como lo hace en La Canción del Tiple.

Pero nunca se desarrolló en la Patria de Bolívar un movimiento social de origen cristiano con incidencia en la lucha política, que no fuera el partido que la derecha católica organizó para impulsar su impopular proyecto neofascista apegado a la estrategia de dominación imperialista.

Sólo a partir de la emergencia del movimiento bolivariano encabezado por Hugo Chávez, se comienza a sentir la construcción de un discurso liberador con base en la matriz ideológica cristiana, al punto que, actualmente, es casi un lugar común hablar en Venezuela del socialismo como una elaboración absolutamente cristiana.

Se evolucionó de una fe pasiva, a una liberadora fe-praxis revolucionaria. Es precisamente el sustrato del planteamiento de lo que se conoce como Teología de la Liberación.

Podemos apuntar entonces como Aportes del componente cristiano al Socialismo Venezolano:
1) La noción esencialista de la igualdad, 2) La asimilación religiosa: El Socialismo del Siglo XXI asume su eclecticismo sin ningún complejo, 3)La pluralidad política y debate público de los asuntos fundamentales a la luz de las diferentes visiones culturales e ideológicas, 4) La solidaridad como valor de la organización comunitaria, 5) La tolerancia pacifista, 6) El anhelo de trascendencia y la pureza de espíritu como imagen objetivo del “hombre nuevo”, 7) La esperanza como visión del largo plazo, la nueva ética que pone el acento en lo colectivo sobre el dogma individualista del capitalismo.

Artículo: Ildefonso Finol
Fuente: Aporrea

Argentina: Cristina Fernández, según Cristina Fernández




Desde octubre de 2011 en que Cristina Fernández ejerce su segundo mandato como presidenta no ha concedido una sola conferencia de prensa. En mayo de 2012, cuando los periodistas que cubren la agenda presidencial se quejaron de que no podían plantearle preguntas, Fernández les dijo: "Para información oficial están mis discursos. Yo no voy a hablar contra mí misma". Lo que viene a continuación son declaraciones suyas extraídas tras cotejar cientos de discursos a lo largo de sus últimos años como presidenta.

Hay algo que no puede reflejar este resumen de citas personales y es el el temblor de su voz o el brillo de sus ojos cada vez que la presidenta hace alguna alusión a su marido, Néstor Kirchner. Más de dos años después de su fallecimiento, a Fernández se le siguen humedeciendo los ojos cuando lo nombra.

Soy nieta de españoles. Yo dije desde el primer día que no iba a responder a ningún agravio con agravio porque la verdad que los Jefes de Estado debemos preservar por sobre todas las cosas las relaciones entre los países, con todos los países del mundo, pero sobre todo con aquellos que tenemos una gran consubstanciación. Por los menos esta presidenta –nieta de españoles, pero además peronista – y me acuerdo del viaje de Evita llevando comida a España, aquella España quebrada, después de la Guerra Civil, generosa.

Si yo soy dura, ustedes no saben lo que es mi madre. Yo soy de La Plata - como ustedes saben- pegado a Berisso, a Ensenada, donde estaban los grandes frigoríficos Armour y Swift, y donde trabajaba mi abuelo. Mi abuelo se jubiló en la Aduana (…) Mi abuelo murió hace muchísimos años, pero rescataban los viejos legajos y se los mandaban a la familia. Cuando se lo di a mi madre, y mi madre que es una dura, pero dura de aquellas - si yo soy dura, ustedes no saben lo que es mi madre - se puso a llorar. Hacía mucho tiempo que no la veía llorar y se puso a llorar, pues yo me acordaba de mi abuelo, que empezó trabajando en los frigoríficos. Él trabajaba en los frigoríficos, en Berisso, así que me une a los trabajadores de la carne un recuerdo también entrañable de mi abuelo, que fue mi segundo padre y a quien quise mucho.

Yo era muy discutidora. Por ósmosis no entra nada en la cabeza, hay que leer, aprender y hacerles caso a los maestros. Discutirles también, si quieren. Yo era muy discutidora con los docentes.

No entendía las matemáticas. Debo confesarle también – a fuerza de ser sincera – que en el colegio no me gustaba porque no la entendía, porque me la enseñaban horrible, no sé porqué.

Tengo mucha retentiva visual. Yo tengo mucha retentiva visual. Recuerdo que en la facultad por ahí cuando estaba estudiando, me ha pasado que me acordaba hasta en qué página estaba, de qué lado y no me acordaba lo que decía. Esas cosas, no sé si les pasa, pero tenía mucha memoria visual.

Me encanta la historia. A mí me encanta la historia. Pero mi hija me decía cuando estudiaba: ‘¿para qué quiero saber lo que pasó hace 20 años, 30 años, 2 siglos?’. ‘Nena, porque si no sabés lo que pasó hace 20 años, 30 siglos, no sabés ni entendés lo que está pasando ahora y difícilmente puedas resolver lo que va a pasar mañana.

Las emociones. Yo sentía cuando alguien criticaba la emoción… No se puede criticar la emoción, si eso es lo que nos convierte en humanos. (Aplausos). ¿Cómo se puede criticar la emoción? Dios mío, Dios nos libre de gobernantes que no sean capaces de tener emociones y sentir emociones. ¡Por Dios!

El destino de los números. Discurso con motivo de la promulgación de la ley de hidrocarburos, tras la expropiación del 51% de las acciones a Repsol: “Y los plazos – parece que la historia es de los 4 - porque un 4 de marzo recibí el e-mail; un 4 de abril conocí a Miguel [Galuccio, actual presidente de YPF]; hoy es 4 de mayo… [era 5 de mayo de 2012, pero…] Porque, bueno, la ley se aprobó en la madrugada de ayer, y el 4 de junio da exactamente, a partir del lunes, contados todos los días, tal cual marca el estatuto, el 4 de junio da exactamente el día en que la asamblea se debe reunir para conformar el directorio. Y además 4 por 4 es 16, que es el día que yo presenté acá. Bueno, evidentemente tenía que ser un 4”.

Soy muy competitiva. Yo soy muy competitiva, compito contra mí misma, era como Kirchner. Él era peor. Él era infinitamente más competitivo que yo. Creo que caminábamos juntos haciendo footing y él tenía que ir dos pasos adelante, aunque fuera reventándose, pero dos pasos adelante. En todo se tenía que medir. Cuando él no tenía a nadie a quien ganarle, se quería ganar a sí mismo. Y yo tengo también algo de eso, no tanto como él, porque también es muy malo, muchas veces hace daño querer superarse tanto y esforzarse tanto.

Cáncer de Hugo Chávez. El día –quiero contarlo- que Hugo le dijo al mundo desde Cuba lo que le estaba pasando, estábamos con mi hija las dos juntas en la cama grande, escuchamos y las dos nos pusimos a llorar.

El mejor poeta vivo. Para mí, y sin caer en ningún chovinismo, [Juan Gelmán] es el mejor poeta de habla hispana vivo que tenemos (…); es un hombre comprometido con las letras y con la vida fundamentalmente.

Mi padre, colectivero. Yo he viajado en colectivo, he viajado en subte, he viajado más en tren porque los platenses viajábamos más en tren cuando veníamos a Buenos Aires y adentro de la ciudad en colectivo. Mi padre fue colectivero así que sé perfectamente de qué se trata viajar en transporte público. Tal vez algunos otros que han tenido más suerte en la vida y han tenido una familia más adinerada nunca han hecho uso del transporte público, pero yo he hecho uso del transporte público y puedo decir que realmente muchas veces no se viaja del todo adecuadamente. (marzo de 2012)

Él y yo. A Néstor nunca le tocó nada fácil, nada; ni yo, que también era bastante difícil. Así que el pobre tiene su cielo ganado por muchas cosas. (…) Era un hombre que lo fácil lo aburría, por eso creo que me eligió a mí de mujer, y toda tarea que le demandara esfuerzos, desafíos a sí mismo… Creo que él se desafiaba a sí mismo, a veces lo hacía tan intensamente que poco a poco fueron pasando cosas.

Algunos creen por ahí que cuando me pegan me desmoralizan. No saben, pero cuánto más me pegan...y él era igual. Era como que cuando le pegan o lo castigaban, él mismo se desafiaba a sí mismo. Yo creo que a veces demasiado.

Es mentira cuando dicen que el tiempo te hace olvidar, es mentira. Cada vez uno se acuerda más, cada vez se siente más ausencia.

Él también era un volcán en erupción. La verdad que no se me había ocurrido nunca la metáfora. La pienso ahora.

Yo creo que de algún lado nos está viendo, pero me gustaría que me estuviera mirando como hacía siempre, ahora, porque él siempre soñó con recuperar YPF para el país, siempre, siempre.

Es la única persona a la que [yo] miraba constantemente cuando [yo] hablaba. Yo, después, tenía que andar codeándolo porque siempre que hablaba otro andaba mirando para un lado, o hablando, o haciendo cosas.

Febrero, un mes difícil. Tengo que ir a Gallegos porque mañana es el cumpleaños de mi hijo Máximo, cumple 35 años, así que hoy a la noche parto para Río Gallegos para estar junto a él y a mi hija. Febrero para mí es un mes un poco difícil, es mi cumpleaños, es el de mi hijo, es el de él [Néstor Kirchner]; así que estamos haciendo el aguante con todo y vamos a seguir adelante.

Mi lugar en el mundo. Me iba a ir a pasar esa semanita descansando en Calafate, que es mi lugar en el mundo (…). Yo vine por primera vez a El Calafate en 1982, todavía estaba la dictadura. Vine a afiliar, ese fue mi primer acto cuando vine a El Calafate. Se había levantado la veda política después de Malvinas y vinimos a afiliar. Ahí conocí El Calafate, en el 82. Es imposible describir lo que era El Calafate en ese momento o inclusive en el año 1991, cuando Néstor asumió como gobernador. Me acuerdo que había una casita, que era la casita que está ahí enfrente de la plaza, de una vieja pobladora, donde veníamos a tomar el té, era el único lugar donde se podía tomar un té o chocolate con cosas ricas. Y miren lo que tenemos hoy, una de las villas turísticas más hermosas del país con 7.800 camas.

Yo soy del Sur, pero mi corazoncito y mi origen también están un poquito ahí en la Ciudad de La Plata, donde vive mi madre.

Mi canción. Anoche estábamos trabajando en Olivos con varios funcionarios y cuando nos dijeron: ‘murió el Flaco Spinetta’, lo primero que se me vino a la cabeza fue la tapa [portada] del disco –miren qué linda que soy- de Almendra, que era un arlequín con la...que es la que salió hoy en Página 12, que casi me pongo a llorar cuando la veo hoy a la mañana, porque les dije a los que estaban trabajando conmigo que me acordaba de ese vinilo con la tapa de Almendra, con el arlequín con la lágrima. Me hicieron recordar de la lágrima, (…) Hasta los colores me acordaba y sé que la canción ícono era Muchacha ojos de papel, que nos hizo soñar y ser románticas y románticos a todos cuando éramos muy jóvenes y que todavía te hace soñar. Pero yo me acordaba de otra que no es menos conocida y que es Fermín y que está en la long play. Sí le decíamos el long play. La verdad… ¿Para qué voy a andar disimulando?. Aparte, el Flaco tenía la misma edad de mi Flaco [Néstor Kirchner], del 50, ¿no? Sí, era del 50, igual que mi Flaco. (…) A mí El loco Fermín, a mí me hace llorar cada vez que lo escuchaba. Ustedes no sé si lo habrán escuchado, El loco Fermín, que está en el hospicio. ¿Lo escuchaban? A mí me encantaba. Todo el mundo escuchaba Muchacha ojos de papel, pero yo creo que debo tener alguna media cosa extraña. Bueno, a mí me gustaba Fermín porque me hacía llorar, me daba... Y me lo imaginaba en el hospicio dando vueltas con sus manos, como dice la canción, queriendo ser feliz.

Se lo digo a mis hijos. Yo siempre se lo digo a mis hijos también, ¿no? Cuando eran chiquitos… Eso, cuando estábamos en Río Gallegos, inclusive: ‘Mirá –digo yo-, cuando seas grande, vas a pasar por acá y vas a decir este hospital –a tus hijos- lo hizo mi papá, tu abuelo, esto lo hizo tal cosa.

Mi enfermedad. (…) Y entró el doctor Saco seguido por el doctor Buonomo con unas caras y yo digo "¿qué pasó?". Me dice: "No, no, no, tranquilícese" y me dio el resultado. Me dijo "siéntese". Yo me senté al lado de unas fotos que me habían regalado en la clínica, muy lindas; que eran fotos, una mía con Néstor… Esas fotos típicas mías y de él donde nos estamos mirando, muy lindas… No sé de dónde la sacaron. Lindo él, lindo el portarretratos. Y otra con mis hijos. Y estaba sentado al lado cuando el médico me dijo que, bueno, que no habían encontrado células cancerígenas en los nódulos, que me habían encontrado un tercer nódulo que no había aparecido, inclusive en la tomografía ni tampoco en la otra. Y ese fue el único momento que me puse a llorar. En ningún otro momento creo que me puse a llorar. Me abracé un poco a la foto de Néstor, bueno, y la verdad que fue un momento de mucha emoción. Yo no lo definiría alegría, no sé, fue un momento muy... Hay que vivirlo, es intransferible”.

El cine. Yo, ustedes saben, soy una cinéfila terrible, extrema. (…) Con Paula cautiva, por ejemplo, que es una de mis [películas] preferidas. Cuando digo Paula cautiva todo el mundo me mira y me dice, ¿de qué está hablando esta mujer? Pero, no importa, las viejas que vimos la película… Es una muy buena película que refleja un momento político de la vida del país y también la decadencia de un sector social.

En otra vida debo haber sido una gran arquitecta egipcia. Estamos preparando en otra parte de la Casa Rosada, con esta vocación de arquitecta egipcia que tengo… (Yo digo que en otra vida debo de haber sido una gran arquitecta egipcia, porque me encanta), donde hay una escalera del primer piso que falta arreglar y que la estamos arreglando, les comento que estamos haciendo la Galería de los Grandes Ídolos Populares.

Me fascina la imagen. La imagen es algo que a mí me fascina y no es una cuestión de frivolidad. Si uno se remonta a la época del nacimiento de nuestra cultura de país grecorromana, la imagen y la estética formaban parte muy fuerte de la cultura y las imágenes que creo que son muy fuertes y pueden expresar más que mil palabras o mil discursos y la verdad que tenemos unos artistas muy talentosos y tenemos que seguir apoyándolos.

Me río mucho de mí misma. ¿Saben lo saludable que es reírse de uno mismo? Porque cada uno tenemos cosas que hacemos y nos reímos. Yo me río mucho de mí misma, y la verdad que me hace muy bien. Primero, porque me permite no creérmela, algo muy difícil cuando uno ocupa lugares muy importantes, ocupa lugares de mucha visibilidad mediática y sobre todo cuando le baten el parche, y lo acarician así desde los medios de comunicación. Como a mí siempre me están pegando, la verdad que no me la creo, no me permiten que me la crea. De tanto bollos y golpes que te dan estás siempre en guardia, así que es imposible que me la crea. Cómo me la voy a creer con todas las cosas que todos los días me dicen desde algunos medios. Así que ellos son los que más me fortalecen porque me ayudan cada vez a ser mejor, a ser más humilde y a tratar de equivocarme menos para que me puedan pegar. Pero igual, siempre van a encontrar motivos para hacerlo y es bueno que así suceda.

Artículo: Francisco Peregil
Fuente: El país

Mexico: Juan Gelman: “Se ha instalado todo un sistema para recortarnos el espíritu”



A Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) la poesía se la inoculó la música de unos versos que no entendía, los de Pushkin, que recitaba en ruso su hermano mayor. Con nueve años, compuso sus primeros poemas para seducir a Ana, una chica de su barrio, un amor imposible porque ella tenía 11. Fracasó en la conquista, pero siguió escribiendo y 15 años después se dio cuenta de que quería ser poeta. Su madre, emigrante ucrania, recibió el anuncio con la inquietud de quien desea la prosperidad para sus hijos. “Nunca vas a ganar dinero con eso”, le dijo. Pero a la vez sonrió porque, junto a la noticia, su hijo traía en la mano su primer libro impreso.

La profecía de su madre se cumplió a medias. “Los derechos de autor no dan para vivir pero la dotación de algunos premios me ha ayudado”, cuenta el poeta argentino desde el apacible salón de su casa en la capital mexicana. Gelman ha ganado entre otros el Juan Rulfo, el Neruda, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Cervantes. Escribe una columna semanal en el diario argentino Página 12. Lee, pasea, ve los noticieros y sigue en la distancia al Atlanta, el equipo de su barrio, gran rival del Chacarita, que aspira a subir a la Primera División, y que cuenta con su "estímulo permanente".

La vida del poeta quedó marcada por la desaparición de su hijo y de su nuera embarazada durante la dictadura militar, por la búsqueda de su nieta robada al nacer, y por el rencuentro con ella 23 años después. Gelman ha dicho muchas veces que el dolor de perder a un hijo no acaba nunca. Pero no escribe desde el odio, “que nos hace daño”, sino desde la pérdida. Y esa pérdida está también en el génesis de su último libro, Hoy, que será publicado próximamente tras reposar en el horno unos meses.

Gelman se muestra cálido con el fotógrafo y el periodista. Toma café, pero les ofrece un tequila aunque son las once de la mañana. Habla muy bajito, como si no diera importancia a lo que dice. Y apostilla con sorna algunos de sus comentarios. ¿Se puede escribir poesía sin tener sentido del humor? No lo sabe, pero todos los poetas que conoce, lo tienen.
 
Pregunta. ¿Y por qué ha titulado Hoy su nuevo libro?

Respuesta. Pensé que usted me lo diría... (sonríe). No, simplemente me pareció que ese era el tema. Son 290 o 300 textos breves, muy condensados, para no molestar al lector. En prosa poética, o poesía en prosa, como prefiera. Lo del reposo… sirve para librarse de la calentura en el momento de escribir. Pero apenas los cambio. Cuando el poema se escribió, se murió. Con los arreglitos, y hablo de mi caso, me siento traicionando el mejor momento de la creación, que es de la escritura. Aunque uno escriba disparates.

P. ¿Y desde qué sentimiento lo escribió?

R. Mire, le voy a contar algo que está en el origen del libro. Entre los culpables del asesinato de mi hijo había un general que fue condenado a prisión perpetua. Cuando dictaron la sentencia algunos jóvenes que ni siquiera habían vivido la dictadura saltaban de alegría. Pero yo no sentí nada. Ni odio, ni alegría ni nada. Y me pregunté por qué y eso me llevó a escribir, para explicarme qué había pasado, aunque, como todos los libros, empezó de una manera y siguió por otra. Quité los textos iniciales, porque eran testimoniales y eso es periodismo. Pero surgió el tono poético necesario para escribir un resumen de lo que sé, o creo que sé, de los 35 años que pasaron desde la muerte de mi hijo.

P. A usted no le gusta el término “poesía comprometida”, aunque es una persona que en su vida se ha comprometido políticamente. ¿Se puede separar al autor de su ideología política?

R. El lugar que la ideología ocupa en la subjetividad de un escritor me parece pequeño, según los casos, claro. Y la relación entre la escritura y el pensamiento político tienen canales muy oscuros. Ezra Pound hizo propaganda para Mussolini pero también compuso un poema sobre la usura que ningún marxista-leninista-maoísta-fidelista hará jamás. Balzac era monárquico, pero los personajes más simpáticos de sus novelas eran republicanos. ¿Alguien conoce la ideología de Shakespeare? ¿Se sabe si era comunista o fascista?

P. Y eso explica que usted pueda admirar por ejemplo la obra de Borges, que fue cuando menos tolerante con la dictadura militar que tanto daño le hizo…

R. A mí la obra de Borges me parece extraordinaria, aunque no me gusta tanto su poesía como su prosa. De chico yo le defendía de mis compañeros comunistas que lo acusaban de “amigo de los terratenientes” y cosas así. La política no le interesaba, no estaba en eso. Se dejó condecorar por Pinochet, dijo que con Franco todo era mejor… Pero hay una cosa que apenas se sabe. A principios de los 80 firmó una solicitud de las Madres de Plaza de Mayo pidiendo la aparición con vida de los desaparecidos. Y cuando al final de su vida le preguntaron en la BBC por su apoyo a la dictadura, se le empozaron sus ojos ciegos y explicó que no había estado muy informado y que había vivido rodeado de cierto ambiente. “Ignorancia, como decía Samuel Johnson”, dijo. No hay nada que digerir de las ideas de Borges. Solo hay que comprender.

P. Decía precisamente Borges de uno de sus personajes: “Le tocaron, como a todos los hombres, malos tiempos que vivir”. Usted ha sufrido guerras, dictaduras, exilios, grandes tragedias en su propia familia… pero considera que los tiempos actuales son particularmente terribles…

R. Sí, este momento me atemoriza mucho. No solo por la crisis económica, sino la crisis espiritual, y no me refiero a la religión. Pareciera que se ha instalado todo un sistema para recortarnos el espíritu, para convertirnos en tierra fértil de autoritarismos. Y hay una especie de acostumbramiento, que es lo peor que le puede pasar al ser humano: al terrorismo, al genocidio por hambre, a la falta de educación para todo el mundo.
P. ¿Y cómo ve la situación en su país, Argentina?

R. Yo apoyo al Gobierno actual, es el mejor en varias décadas. No quiere hacer la revolución socialista, sino volver al capitalismo clásico, basado en la producción y no en la especulación. Pero hay muchos intereses en contra, como los dueños de la tierra. No hay que minimizar las protestas de la oposición, pero lo curioso es que esa reacción no propone nada. Y sería muy bueno que propusiera algo, para cambiar lo que está mal hecho.

P. Han elegido Papa a un compatriota suyo. En un artículo periodístico publicado recientemente usted mostró sus reservas sobre el cardenal Bergoglio.

R. Sí, tengo mis dudas. Y cuento una experiencia personal: hablé con él cuando buscaba a mi hijo y me dijo que no podía hacer nada. Pero ante la justicia declaró otra cosa, que había hecho gestiones sin éxito. No me consta si las hizo o no. Pero dejó a la intemperie a varios jesuitas cuando era provincial.

P. Pero desde su puesto ¿Podría este Papa cambiar algo de este mundo actual que usted ve tan terrible?

R. Podría cambiar algo, sí. Wojtyla cambió las cosas en Polonia. Pero hay muchos problemas en el Vaticano mismo, intereses muy poderosos y no precisamente creyentes, salvo en el dinero. Por eso me parece muy difícil que arregle nada, aunque ponga la mejor voluntad.

P. Y movimientos como el de los indignados en España o el Yosoy132 mexicano… ¿Pueden ellos modificar las cosas?

R. Me parece bien que la juventud se mueva. Pero por poca experiencia que tenga el observador se veía que eso se iba a desvanecer. Por falta de experiencia política, de objetivos claros. Es difícil luchar desde el llano. Antes la política dirigía a la Economía pero ahora es al revés. Me reía para mis adentros viendo a los jefes de Gobierno de Europa reunidos con la directora del FMI, el del Banco Mundial y el del BCE. Estos dictando políticas y los otros, aceptando.

P. Entonces ¿No tiene esperanzas?

R. No. Por ahora no. Tengo la confianza lastimada. Algo cambiará pero yo ya no lo voy a ver.

P. ¿Aunque viva cien años?

R. No creo que llegue a los cien años. Y eso que soy un pretencioso, cuando alguien me da la mano para bajarme de la camioneta le digo que no estoy tan viejo. No desdeño la vida, quiero ver casarse a mis nietos, ver si me dan algún bisnieto… Pero también creo que Dios, si existe, debe estar aburridísimo de su eternidad.

Artículo: Bernardo Marín
Fuente: Blog Juan Gelman

Mexico: Ecosocialismo, alternativa contra el capitalismo: Löwy


"En México, el control perfeccionado de la protesta"
Pese a la oligarquía, ha estado a la vanguardia en los procesos de cambio, dice el filósofo

Varios gobiernos y sociedades de países de América Latina, como Venezuela y Ecuador, pero sobre todo Bolivia, comienzan a darle importancia a la problemática ecológica y al llamado "ecosocialismo", el cual se tornará en "una de las cuestiones centrales para cualquier movimiento antisistémico en el siglo XXI", dice en entrevista el sociólogo y filósofo franco-brasileño Michael Löwy.

Advierte que el capitalismo, en su etapa de neoliberalismo, "nos está llevando con una rapidez terrible a una catástrofe ecológica sin precedente en la historia de la humanidad: el calentamiento global y el cambio climático. Enfrentarse a eso es enfrentarse al capitalismo. Por ello, esa problemática ha permitido el surgimiento del ecosocialismo, ya que un socialismo ecológico es la alternativa a la destrucción capitalista del medio ambiente".

Recibirá la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana
Löwy (Brasil, 1938) recibirá el lunes la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana, en una ceremonia en la sede de esa casa de estudios, en Jalapa. La distinción también será entregada a Carlos Prieto, Pablo Rudomín y Emilio Gidi. Este domingo, el filósofo franco-brasileño presentará su obra Sociología y religión, aproximaciones intempestivas, editado por la Universidad Veracruzana, en la Feria Internacional del Libro Universitario.

Investigador emérito y director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de París, Löwy se siente muy distinguido con el premio y dice que es una ocasión para conocer Veracruz. “Lo único que conozco de ese estado es el western Veracruz (1954, con Gary Cooper, Burt Lancaster, Denise Darcel y Sarita Montiel), de Robert Albricht, opera prima bastante radical por la que éste sufrió persecución durante el macartismo”.

Reacio al principio a hablar sobre la situación en México, lanza en un primer momento: “Como decía Lampedusa en El gatopardo: ‘se ha cambiado todo para que todo siga como siempre’”. Y un rato después, más como una esperanza que como un análisis del presente:

“En la historia del siglo XX México ha estado muchas veces en la vanguardia de los procesos revolucionarios en América Latina y el mundo, la Revolución Mexicana fue la primera del siglo XX. El gobierno de Cárdenas fue el más progresista de América Latina en los años 30; el levantamiento zapatista en los 90 fue la primera señal de una ola de lucha antineoliberal después de la caída del Muro de Berlín, del supuesto fin de la historia. En muchos momentos de la historia del siglo XX México ha estado a la vanguardia. La esperanza nuestra, como latinoamericanos y anticapitalistas, es que eso va a pasar también alguna vez en el futuro.

"En México hay potencial de protesta; un deseo de cambio, pero hasta ahora la oligarquía ha logrado mantenerse, utilizando un sistema de control de los movimientos sociales que tiene casi un siglo; es el más perfeccionado."

De lo que sí habla de manera amplia es de América Latina, donde se “ha logrado cambiar un poco las estructuras de poder; han sido echados los gobiernos identificados con el neoliberalismo –aunque no en todos los países, como México y Colombia–, a veces por verdaderas insurrecciones populares, como en Argentina y Bolivia, y otras veces por las dirigencias. Sin indignación, la gente no va a cambiar nada. Es la primera condición. Como dice mi amigo y compañero recién fallecido Daniel Bensaïd: la gente se indigna, se levanta y se pone a caminar”.

–¿Qué representan hoy y por qué son una constante los actuales movimientos sociales en el mundo?

–Hay un vector común de lo que hemos visto en Europa, Medio Oriente, Estados Unidos o América Latina: la indignación, o como dicen los zapatistas, "la digna rabia". Hay un sentimiento muy poderoso en la gente, la juventud, los trabajadores, los desempleados, las mujeres y los indígenas, de injusticia social, de opresión, de tiranía no personal –aunque a veces sí– de las estructuras sociales, económicas y políticas. Y esa indignación es el inicio de todo, después pueden venir demandas, reivindicaciones, programas, quizá partidos.

–Llama la atención que estos procesos de cambio en AL, sobre todo si se toma en cuenta la época de las dictaduras, son mediante elecciones. ¿Cuál es la reflexión?
–Después que cayeron las dictaduras, de una forma o de otra se abrió un espacio democrático. Y como decía el mismo Che Guevara, ahí donde hay un mínimo de democracia, no está planteada la lucha armada, hay que utilizar los instrumentos democráticos. Entonces, la izquierda en general, con algunas excepciones –como los casos colombiano y mexicano, que son un poco especiales–, optó por la vía electoral, y con resultados positivos.

“Claro, esa vía electoral fue precedida en la mayor parte de los países por verdaderos levantamientos populares, como el caracazo en Venezuela, en Buenos Aires en 2001 –donde se cercó la Casa Rosada y el presidente tuvo que huir en helicóptero–, en Bolivia. Las elecciones fueron precedidas de verdaderas seminsurrecciones populares. Algo parecido pasó en Oaxaca, pero no es exactamente lo mismo.
“Los cambios se dieron por la vía electoral, con gobiernos de centro-izquierda en la mayoría de los países, formas de lo que llamaría el ‘social liberalismo’, una variante más social, más progresista, de las mismas políticas neoliberales: Brasil, Uruguay, Chile hace unos años.

“Y el otro ejemplo son los gobiernos más radicales, antioligárquicos, antimperialistas, planteando por lo menos como horizonte histórico el socialismo del siglo XXI: Venezuela, con la revolución bolivariana; Bolivia, con el socialismo de Evo Morales, y Ecuador, con Rafael Correa y la revolución ciudadana. Están muy lejos del socialismo, pero por lo menos se plantean esa perspectiva. Tienen sus propios límites, contradicciones, problemas, pero hasta ahora son lo más avanzado que hay en América Latina.

"Ahora, los movimientos sociales siguen teniendo un papel importante en nuestros países, a veces enfrentándose con el gobierno, presionándolo, criticándolo; tal vez en cierto momento apoyándolo en contra de las ofensivas de la derecha. Lo importante es que los movimientos sociales sigan teniendo autonomía. Si se someten a la política de los gobiernos, aunque éstos sean de izquierda, es muy negativo."

Para Löwy, Ecuador, Bolivia y Venezuela constituyen lo más avanzado como experiencia social, económica y política. “Son un poco un ejemplo que permite a la gente de izquierda criticar a los gobiernos de Brasil, Uruguay y Argentina, diciéndoles: ‘Miren, es posible utilizar la renta del petróleo para mejorar la condición de los pobres, expropiar las riquezas naturales, echar fuera las bases militares yanquis, etcétera.’ Es un ejemplo positivo, pero con sus limitaciones”.

Acerca del ecosocialismo, comenta: “Evo Morales ha jugado un papel positivo en eso. Fue el único mandatario que en la Conferencia de Copenhague en 2009 se solidarizó con la protesta de los movimientos sociales, en una gran manifestación de 100 mil personas; yo estuve ahí, con la consigna ‘Cambiemos el sistema, no el clima.’ Y Evo salió diciendo: ‘Estoy con ustedes’. Y después se convocó en Bolivia a una conferencia internacional de los pueblos contra el capitalismo y el cambio climático, en defensa de la madre tierra, con 30 mil delegados”.

También menciona a Venezuela y Ecuador y dice que, aunque con ciertas contradicciones por una realidad marcada por problemas de contaminación, ya comienzan a ubicarse en los planteamientos del ecosocialismo.

–¿Qué riesgo implica para Venezuela no contar con la figura de Hugo Chávez?

–Chávez era la gran fuerza y la gran debilidad de la revolución bolivariana. La gran fuerza, porque él con su carisma, con su radicalidad, fue el impulsor de todo ese proceso. Y la debilidad porque todo dependía de él, pues el creó el partido, el sindicato fue una decisión de arriba, todo impulsado desde el gabinete de Chávez, y todo basado en su carisma personal. Entonces, cuando desaparece Chávez se debilita el movimiento, y eso es muy negativo, contrariamente a otros países donde hay una estructura social y política autónoma y después tiene su expresión política.

"Por ejemplo, el proceso en Bolivia no depende tanto de la persona de Evo, aunque también es una figura carismática. El reto en Venezuela es dar continuidad al proceso para que avance, porque las revoluciones que no avanzan, regresan, eso es una ley de la historia."

 

Artículo: Arturo Jiménez y Emir Olivares
Fuente: Periódico La Jornada
http://www.jornada.unam.mx