Sin duda alguna, la expresión El Buen Vivir es referida por el
Comandante Chávez desde lo profundo de la idiosincrasia, sabiduría y creencias
de los pueblos indígenas. Denota una nueva categoría socialista que contrasta
con las categorías capitalistas. Investiguemos su origen:
Los indígenas de Ecuador, Bolivia y Perú han
propuesto este concepto para entender la relación entre el ser humano con la
naturaleza, la historia, la sociedad, la democracia, en contradicción con el
concepto neoliberal de desarrollo y crecimiento económico; en lengua indígena
se denomina Sumak Kawsay, también
traducida como Vida en Plenitud.
Desde la etimología de las palabras, Sumak significa lo ideal, lo hermoso, lo
bueno, la realización y Kawsay, la
vida, vida digna en armonía y equilibrio con el universo y el ser humano, como
ya indicamos La Plenitud de la Vida.
En general, desarrollo, economía, salud,
espiritualidad, política, cultura, soberanía alimentaria y otras traducen como Sumak-Kawsay, abarcando lo humano, lo
natural, lo ancestral y lo divino, significando que este vocablo expresa el
modelo de vida de los pueblos originarios.
En este sentido, por esto afirmamos que el Buen Vivir es una nueva categoría de
vida sustentada por el Socialismo y en total contradicción con el paradigma de
vida capitalista.
Esta es una categoría social que no es nueva,
ya que por ejemplo los zapatistas la conciben como: Mandar obedeciendo, y la
demanda de Conviavilidad de Iván
Ilich, la ecología profunda de Arnold
Naes. El Buen Vivir también recoge
las propuestas de descolonización de
varios pensadores latinoamericanos, que buscan descolonizar la vida, la
historia, el futuro de nuestra Abya Yala.
Podemos afirmar igualmente que esta noción subraya
el elemento de respeto, ya que es una oportunidad para devolverle la ética a la
convivencia humana, la posibilidad de coexistencia de la unidad en la
diversidad y la oportunidad de contrarrestar la violencia del sistema.
Así mismo, los pueblos indígenas no han
mostrado que es posible resistir al capitalismo, a la modernidad, y que hay
alternativas al capitalismo salvaje.
Finalmente, esta noción se hace pertinente en
el debate político y se apunta con fuerza en el horizonte de posibilidades
humanas, hacia la plenitud de vida
que tanto necesitan y anhelan nuestros pueblos y por el que luchan
incesantemente.
Artículo: José Amesty
Fuente: CBCR
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