No paso mucho tiempo sin que la elitista clase empresarial
venezolana
representada por FEDECAMARAS y otros sectores opositores se
pronunciaran ante
una novedosa ley que, alegan, viola los derechos de todos.
Es una realidad, que la transformación social de Venezuela
brinda a la clase
trabajadora la mayor atención ofrecida por gobierno alguno.
En contraposición de
la derogada Ley del Trabajo permisiva de abusos, desmanes,
crímenes y formas
esclavizadoras propias de un modelo de producción que reduce
el talento humano
a “recurso” humano, simétrico a recursos financieros o
materiales. Posicionando la
humanidad del trabajador o trabajadora en el mismo nivel de
cosificación en el
sistema de producción capitalista como un elemento
sustituible.
Con la derogada ley, se evidencian los criterios del
puntofijísmo y los privilegios
de la selecta cúpula económica de nuestra nación que, otrora
vez; profundizó en
exceso la brecha social en dos extremos, por una parte el
80% de la población
sumergida en la pobreza y reducida a votos en períodos
electorales entre muchos
otros desmanes promulgados por ese 20% restante que,
disfrutó y asaltó la mayor
parte de la riqueza del país, como propietarios absolutos de
los recursos de todos
los habitantes. Esa misma clase social, de discurso
prepotente y arrolladora con la
que se identificó recientemente el candidato Presidencial
opositor Radonski, al
autocalificarse como “empleador”.
Es totalmente cierto que dicho jerarca estadal, forma parte
de la misma élite
económica y como diría Salvador Allende: “la Historia es
nuestra y la hacen los
pueblos”, pero el actual Gobernador del Estado Miranda
olvidó una vez mas en su
forma de vida, que ostenta un cargo de elección popular al
servicio público.
Identificándose radicalmente con la insipiente minoría
empresarial amenazadora
en denunciar ante la Organización Internacional del Trabajo
con sede en Ginebra,
(la cual NO esta por encima de la Constitución Nacional
venezolana), la supuesta
violación de normas que favorecen por el contrario la
maximización de las
ganancias netas en cierres de ejercicios fiscales, evasores
de impuestos y otras
obligaciones universales de las relaciones laborales.
A su vez que la novedosa, evolutiva y revolucionaria Ley
Orgánica del Trabajo
coloca al ser humano como centro de las políticas del nuevo
modelo social
igualitario, incluyente y humanista en un escenario en el
que disminuye la
inflación, aumenta el salario mínimo y se incrementa la
justicia social.
Artículo: Wilhen Díaz Lara
wilhendiaz@gmail.com
*MBA Negocios
Énfasis Mercados Financieros Modernos
Universidad Latina de Costa Rica
Fuente: CBCR
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