Una guerra de los países occidentales contra Irán
significaría el colapso total del sistema financiero mundial, presagian los
analistas.
Irán, detonador de la economía global
La convulsión mundial que surgiría por una guerra contra
Irán se daría por la emisión adicional de dinero que tarde o temprano se
infiltra en los mercados generando especulación, dice el economista ruso Mijaíl
Jasin.
En este caso surgirán varios problemas: por ejemplo, el
aumento de los precios del petróleo provocará un incremento de los costes en el
sector real, lo que tendrá consecuencias negativas en la economía global,
afirma el analista.
Irán realmente importa mucho en el sistema financiero
mundial y a la esfera de evaluaciones de riesgos.
“Es por esta razón que la Unión Europea y el Banco Central
Europeo tratan tan desesperadamente de evitar que Grecia se declare en la
insolvencia: en este caso es necesario cumplir con las obligaciones financieras
que puede golpear el ya débil sistema de seguros. Pero aún más grave será el golpe al sistema
financiero mundial si comienza la guerra contra Irán”, afirmó Jasin.
¿Por qué EE. UU. todavía no ha atacado a Irán?
Las compañías de seguros son conscientes de que no pueden
garantizar el pago de todos los posibles riesgos, porque no disponen de
recursos. Pero pueden aumentar drásticamente sus primas de seguros en caso de
una dura evolución de los acontecimientos, como una guerra. Hoy en día no les
permiten a hacerlo porque equivaldría a la caída de todo el sistema, pero todo
es posible, dice el experto.
“Creo que hoy en día esa es la razón principal que impide a
EE. UU. atacar a Irán. La opinión de la ONU hace tiempo que ya no le importa
pues los estadunidenses han acumulado suficientes fuerzas alrededor del Golfo
Pérsico, pero ¿qué hacer con el sistema financiero? No queda muy claro”, dijo
Mijaíl Jasin.
Y aquí entra en juego la Reserva Federal (Fed) que puede
ordenar la emisión adicional de dólares. Pero esta operación debe ser el último
recurso y la decisión probablemente sea tomada por políticos y no financieros.
Según el experto ruso, el dinero recién impreso se puede
dirigir al pago de los incumplimientos e indemnizaciones de seguros. “Y lo más
importante sería mantener por algún tiempo la estabilidad (aunque relativa) del
sistema financiero”, afirmó. De otro modo la catástrofe económica es
inevitable.
Fuente: Pravda Libération Paris (Periodico de Izquierda)
http://www.pravdaliberation.info
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