El presidente de la Alianza Patriótica, Mariano Figueres,
afirmó a UNIVERSIDAD que una coalición política sostenible es urgente en Costa Rica, para combatir el avance de las
políticas neoliberales.
A continuación, se ofrece un extracto de la conversación
sostenida con el dirigente.
Ustedes desde la Alianza Patriótica han lanzado la propuesta
de crear un gran frente antineoliberal. ¿Qué se pretende con esta iniciativa,
qué posibilidades tiene y qué urgente es para el país formar este bloque?
-Nosotros vemos que el ambiente está puesto para una
coalición. Hay mucha voluntad e ilusión. Esto se da precisamente por el rumbo
que lleva el país, que no es para nada bueno y eso causa una tremenda inquietud
en la gente. Una mayoría queremos retomar la senda que tuvo el país, que sea
más moderno sí, que no busque
devolverse, pero sí rescatar los valores
que siempre había tenido Costa Rica. Nosotros vemos positiva esa coalición y al
mismo tiempo uno lo que ve es que el Partido Liberación Nacional se siente muy
fuerte, porque está jugando solo y es el único toro en el potrero.
¿Pero que posibilidades hay? Porque la oposición
tradicional, como fue la alianza parlamentaria, se fragmentó. Parece que está
atomizada.
-Nosotros vemos que la alianza legislativa que se formó no
funcionó, porque una cosa muy distinta es una alianza para manejar el
directorio de la Asamblea y otra
totalmente diferente es una alianza para gobernar el país. Uno ve que las
distintas fracciones conformaron con
madurez esa coalición para tomar el directorio, y cuando se llegaba a temas
específicos ellos manejaban con madurez que no estaban de acuerdo y cada uno
asumía su posición en el debate legislativo. Sin embargo, para manejar el país
uno no puede hacer eso, tiene que haber una visión común, un planteamiento que
primero se le presente al electorado y después una acción de gobierno que vaya al unísono todo el
gobierno, con un norte muy claro.
Pero, eso implica tener un proyecto político.
-Eso significa dos cosas: primero que para hacer una
coalición que sea sostenible tiene que ser con personas, con grupos, con
organizaciones, con partidos que en términos generales compartamos la misma
visión de país. Y una coalición no puede ser solo para derrotar a alguien o
sacar a alguien del poder.
¿No se trata de una coalición en sí misma, nada más?
-No, una coalición así sería una irresponsabilidad. Se
juntan todos para sacar a Liberación y después ¿quién gobierna, qué es lo que
se gobierna, qué es lo que se va a hacer? Una coalición no puede ser sólo para
ganar por ganar.
De esos sectores,
¿quiénes se acercan más ideológicamente?
-Uno en esto tiene que arrancar no por vetar nombres, sino lo que estamos planteando en la
invitación que hicimos, y es que ahí hay un filtro muy claro. Se trata de las
ideas comunes. Nosotros nos podemos sentar a conversar con cualquiera que esté
dispuesto, por ejemplo, a defender la Caja de Seguro Social y que crea en la
salud pública. Si hay un partido, una persona, una organización que no crea en
eso, pues creo que no hay nada que tengamos que sentarnos a ponernos de acuerdo
en la mesa. Nos podemos sentar con quienes quieren salvar al ICE y ponerlo en
punta de lanza tecnológica y de eficiencia. Podemos sentarnos con los que creen
en banca de desarrollo, con todos los que creen que podemos ser un país ejemplo
en el mundo en nuestra relación con el ambiente, con los que piensan que debe
haber un Estado fuerte, eficiente, solidario.
Es una vía que incluye la corriente socialdemócrata real, la
corriente socialcristiana real, la corriente socialista real, y es una vía
profundamente democrática, y que en el fondo de todo el planteamiento proponga
una revolución de principios, de valores, ética, una política de cero
tolerancia a la corrupción.
Todavía no se sabe si don José María Figueres va a
oficializar o no su precandidatura. Partiendo del supuesto que lo hiciera,
habrá una especie de confrontación de planteamientos. En el caso suyo, ¿qué
pasaría?
-En primer lugar, yo me fui de Liberación desde el 2005 por
la pérdida ideológica y de rumbo del partido, y por los fraudes internos que se
dieron en ese momento, cosa que denunciamos con pruebas. Yo siento que a mí no
me toca jugar en el Partido Liberación Nacional; que juegue su partido.
Nosotros los progresistas tenemos que jugar nuestro partido. De toda suerte, no
hay nada malo que se confronten ideas.
Fuente: Semanario Universidad
Foto: Archivo S. U.
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